Un delicioso entrante que además de estar buenísimo tiene una presentación de 10.
Pon en un cazo el azúcar y deja hasta que cocinar hasta que se convierta en caramelo. No lo remuevas con ninguna cuchara, tan sólo mueve el cazo.
Mientras, lava los tomates y clávales un palillo.
En un bol, pon el sésamo.
Cuando esté hecho el caramelo, baja la temperatura y sin retirar del fuego, puesto que en muy poco tiempo se endurece, moja cada tomate y rebózalo por el sésamo.
Repite la operación con todos ellos y coloca en la fuente de presentación.
Los puedes hacer de un día para otro y reservarlos en la nevera.