Delicioso plato para que coman mayores y pequeños muy nutritivo.
Primero de todo tienes que hervir nuevamente los callos, de esta manera quedan mucho más tiernos. Lo harás por unos 20 minutos con agua, sal, la hoja de laurel, los ajos y la guindilla.
Cuando haya acabado, los escurres pero reservas el agua donde han hervido los callos.
Pon en el vaso, la cebolla a cuartos, los ajos, el perejil y el aceite y trocea 5 segundos a velocidad 5. Baja los restos al centro.
Añade los tomates a cuartos y sofríe durante 7 minutos a 120 ºC y velocidad 1, sin poner el cubilete.
Una vez haya terminado, tritura durante 10 segundos a velocidad 4. Reserva
Pon los callos en una cocotte, cazuela de barro o sartén de hierro con el sofrito que acabas de hacer y le añades 200 gramos del agua que has reservado de los callos y los cueces a fuego lento durante 15 minutos.
Ya los tendrás listos para comer.